Quisiera que me recuerden sin llorar ni lamentarme,
quisiera que me recuerden por haber hecho caminos
por haber marcado un rumbo
porque emocioné su alma
porque se sintieron queridos, protegidos y ayudados
porque interpreté sus ansias
por que canalicé su amor.
Quisiera que me recuerden junto a la risa de los felices,
la seguridad de los justos,
el sufrimiento de los humildes.
Quisiera que me recuerden con piedad por mis errores
con compasión por mis debilidades,
con cariño por mis virtudes,
Si no es así, prefiero el olvido, que será el más duro
castigo por no cumplir mi deber de hombre.
Joaquín Enrique Areta
compañero desaparecido durante la dictadura
militante de la Unión de Estudiantes Secundarios (UES)